(Article publicat originàriament al Criatures – Diari Ara) Todas las familias quieren lo mejor para sus hijos e hijas: que sean felices, que tengan amigos y amigas, que les vaya bien en la escuela, que estén bien. Pero… ¿qué les hace sentir satisfechos con su vida? Y, sobre todo, ¿qué podemos hacer las familias para favorecerlo?
Más allá de preguntarlo a nuestros hijos e hijas, más allá del sentido común, y además de buscar información sobre lo que dicen pediatras y psicólogos, las familias disponemos de una herramienta muy valiosa: la Agenda de los Niños y Niñas. Este documento recoge las demandas y propuestas expresadas directamente por ellos y ellas para crecer sanos y felices. Y, como era de esperar, las familias tenemos un papel fundamental (aunque no el único).
“Para mí lo más importante es el amor y la amistad, porque sin familia y amigos no tienes amor”, explica Valentina, de 9 años, del distrito de Horta- Guinardó, en Barcelona. En cambio, Isabella, de 10 años, lamenta: “mis padres están trabajando todo el día y tenemos poco tiempo para estar juntos”.
Y es que no sólo lo dicen los niños y niñas, también lo corroboran los datos: pasar tiempo de calidad con la familia es la experiencia del día a día que más contribuye a generar satisfacción con la vida, seguida de pasar tiempo de calidad con los amigos y amigas y de hacer cosas al aire libre y en contacto con la naturaleza. Ahora bien, no todo es cuestión de pasarlo bien: el principal aspecto para que sentirse satisfecho con la vida en la infancia es sentirse seguro (tanto en casa, en la escuela y en el barrio).
En este sentido, los niños y niñas piden que las familias les tratemos bien, sin gritos ni peleas, que nos interesemos por cómo les van las cosas a la escuela más allá de las notas, que les apoyamos ante problemas o conflictos, hablando con maestros u otras familias si es necesario, y que les escuchamos en serio. “Si has tenido un mal día, llegas a casa y tienes la familia, y eso te da alegría, también es parte de la buena salud”, dice Emma, de 11 años.
Pantallas, tiempo libre y vida en el barrio
También expresan inquietudes sobre otras muchas cuestiones, como el tiempo libre, el juego, las pantallas y la vida en el barrio. “Cuando estamos aburridos, jugamos mucho con la pantalla y ya nos enganchamos”, dice Shuang , de 9 años. Por eso piden que las familias estemos menos pendientes del móvil y que juguemos más con ellos. También que les ayudemos a hacer un uso saludable de las pantallas.
Conscientes de que en las redes existen contenidos inadecuados, mensajes ofensivos y modelos estereotipados sobre la imagen personal, piden a las familias estemos pendientes de lo que miran y publican. “Puedes coger enfermedades mentales si te envían mensajes malos y te dicen que eres feo o gordo”, dice Oriol, de 9 años. Además, creen que las empresas tecnológicas y las que hacen publicidad deberían asegurar “que no nos llegue siempre el modelo de chica delgada o de chico fuerte” y “que las fotos sean reales, que no estén retocadas y representen todos los tipos de cuerpos”. Y es que la presión estética ha ido en aumento, y la satisfacción con el propio cuerpo es uno de los 3 aspectos que más influye en la satisfacción con la vida de los niños de 10-11 años.
Los niños y niñas reconocen que jugar al aire libre es un buen antídoto al uso intensivo de pantallas (“lo que se puede hacer es construir porterías o pistas de baloncesto más cerca y así no nos quedaremos en casa”, propone Pol, que tiene 11 años y vive en Sant Andreu) y piden tener más tiempo libre para hacerlo: el 51% piensan que no tienen suficiente tiempo libre. Pasar tiempo al aire libre con amigos y en contacto con la naturaleza es fuente de bienestar en la infancia. Y por eso piden que la ciudad sea más amable con la infancia y que las familias no les sobreprotejamos: quieren poder ir solos a la escuela o realizar actividades propias de su edad. También proponen realizar actividades juntos: ir a pasear, jugar al parque o participar en actividades en el barrio.
Sin embargo, saben que no todo depende de las familias. Por eso reclaman que se ayude a aquellas que lo tienen más difícil, para que puedan cuidar mejor a sus hijos e hijas. También quieren garantizar que todos los niños y niñas tengan material escolar y que puedan ir a excursiones y colonias, aunque su familia no pueda pagarlo.
Consultad el documento:
“Què piden los niños y niñas a las familias?”
(documento en catalán)