La ciudad de Barcelona, a través del Instituto Infancia y Adolescencia, ha sido una de las 35 ciudades de 18 países europeos que ha colaborado en la elaboración del nuevo informe sobre la lucha contra la pobreza infantil en las ciudades europeas.
El informe de Eurocities concluye que en la mayoría de grandes ciudades, la pobreza infantil es superior a la media nacional, debido a los costes de vida más elevados en las ciudades y la falta de vivienda asequible. Que los niños y niñas que viven en las zonas urbanas más desfavorecidas tienen un riesgo de pobreza de entre 3 y 10 veces más alto que los niños/as que viven en las zonas acomodadas. Que los grupos de niños, niñas y adolescentes más vulnerables son los de familias monoparentales, de origen migratorio, que viven en una vivienda precaria y niños con discapacidad o necesidades especiales.
En cuanto las políticas de lucha contra la pobreza, el informe recoge como las ciudades juegan un papel crucial en la lucha contra la pobreza infantil y en romper la transmisión intergeneracional de la pobreza. Se hace evidente como muchas ciudades ya llevan a cabo una estrategia local para reducir la pobreza infantil combinando un enfoque integrado de apoyo a toda la familia con medidas específicas para hacer frente a las necesidades específicas de los niños, niñas y adolescentes de grupos vulnerables. Asimismo, se pone de manifiesto que las ciudades “necesitan más recursos”, especialmente teniendo en cuenta el impacto de la crisis de la covid-19 en el aumento de la pobreza infantil y la reducción de los presupuestos municipales, por lo que hay que complementar los recursos de las ciudades con “una mayor inversión social en la infancia procedentes de los presupuestos nacionales de cada país y de la Unión Europea”. El Ayuntamiento de Barcelona también ha manifestado como la pobreza infantil debe ser una prioridad inexcusable en la ciudad.
En cuanto a las metodologías aplicadas, Eurocities destaca en su informe que las ciudades están desarrollando enfoques innovadores para detectar y prevenir la infancia en riesgo de pobreza, a través de la co-creación con los niños y niñas de nuevas políticas y con presupuestos adecuados. En este sentido, el informe termina con un anexo donde se recogen 23 prácticas inspiradoras de las ciudades, entre ellas la medida del Fondo 0-16 del Ayuntamiento de Barcelona, de la que el Instituto Infancia y Adolescencia hicimos una evaluación cualitativa del Fondo 0-16 para identificar los impactos subjetivos de esta medida en la vida cotidiana de los niños y adolescentes beneficiarios y sus familias. También se recoge la red de guarderías municipales de Madrid y el programa de acompañamiento parental a familias vulnerables del Ayuntamiento de Rubí.
A través de este enlace puede consultar el informe completo de Eurocities.
