Los últimos datos publicados de la Encuesta de Condiciones de Vida indicaban una leve reducción de las tasas de pobreza y exclusión para el conjunto de la población y también, a pesar de que muy leve, para la infancia y la adolescencia. Aun así, ¿la pobreza impacta del mismo modo en todos los grupos de edad? Una mirada específica sobre las condiciones de vida de la población infantil y adolescente (el grupo entre 0 y 17 años) nos muestra como, para ellos y ellas, los indicadores de pobreza y exclusión son peores que los de otros grupos y se sitúan todavía muy lejos de las medias europeas.
Desde el Institut Infància i Adolescència hemos elaborado un análisis en profundidad de los principales indicadores de pobreza y exclusión, del que destacamos los resultados principales:
La tasa de riesgo de pobreza entre los niños, niñas y adolescentes es más alta que la del conjunto de la población: 411.800 niños
En Cataluña, casi 3 de cada 10 niños, niñas y adolescentes (29,4%) se encontraban en 2015 en situación de riesgo de pobreza, más de 10 puntos porcentuales por encima de la media del conjunto de la sociedad (19%), y muy por encima del colectivo de gente mayor (17 puntos por encima que la población de más de 65 años).
La tasa de pobreza infantil se hace crónica y se agudiza
Además, la brecha de riesgo de pobreza alcanza su máximo en niños, niñas y adolescentes en 2015, con un 44,8%, 9 puntos por encima de la media de la población.
La presencia de hijos dependientes en los hogares aumenta el riesgo de sufrir pobreza
En el año 2015, el 28,4% de los hogares con hijos se encontraban en situación de riesgo de pobreza, 10 puntos porcentuales por encima que los hogares sin hijos dependientes.
Las transferencias sociales impactan muy poco en la reducción de la tasa de riesgo de pobreza en Cataluña
Las actuales transferencias sociales sobre la población 0-17 registran un menor impacto sobre los niveles de pobreza de los niños y adolescentes en comparación con el impacto que tienen en otros grupos de edad. Las transferencias sociales incorporan tanto las prestaciones (de paro, de vejez, de supervivencia, de enfermedad y de invalidez) como ayudas (para la familia e hijos, para la vivienda, para estudios, para otras vertientes de la exclusión social no clasificadas).
La pobreza y la exclusión social en niños, niñas y adolescentes se reduce de forma efectiva con políticas de apoyo a las familias
Finalmente, la comparación entre Cataluña y otros países de la Unión Europea muestra como países que han apostado fuerte por las políticas de apoyo a la infancia y sus familias, han conseguido no sólo reducir de forma efectiva sus niveles de pobreza (destaca el caso de Finlandia, 6,7 puntos por debajo de la tasa de Cataluña) sino que el colectivo 0-17 no es, en estos países, el más afectado por la pobreza.
Hace falta una actuación urgente y decidida que ponga a los niños, niñas y a las familias con hijos dependientes en el centro de las políticas sociales
La mirada específica sobre la infancia y la adolescencia pone de manifiesto que hace falta una actuación urgente y decidida que ponga a los niños, niñas y a las familias con hijos dependientes en centro de las políticas sociales. Informes recientes de instituciones cómo Save the Children o el Síndic de Greuges de Catalunya también han manifestado la urgencia de situar a la infancia y a la adolescencia en el centro del debate público y de mejorar las condiciones de vida de los niños, niñas, adolescentes y sus familias. Para defender esta urgencia se pueden esgrimir toda clase de argumentos:
- Argumentos que se fundamentan en la perspectiva de derechos, por la que los Estados, que en 1989 ratificaron la Convención Internacional de Derechos del Niño están obligados a garantizar el máximo desarrollo de los niños,niñas y los adolescentes (artículo 6)
- Argumentos éticos, desde los que hay que velar por la equidad e igualdad de oportunidades en la infancia y para que el origen socioeconómico de sus familias no suponga un lastre insalvable en el proceso de apoderamiento personal y social.
- Argumentos económicos, en base a los cuales invertir en infancia tiene un retorno social palpable en términos de capital humano y aumento de la productividad.
- Argumentos políticos, desde los cuales las mejores condiciones de vida de niños, niñas y adolescentes son imprescindibles para la cohesión social y ciudadana.
La mirada específica sobre la infancia i la adolescencia
Los datos relevados a partir de este análisis ponen de manifiesto la necesidad de hacer focus específicos en clave de infancia y adolescencia sobre los datos del conjunto de la población y, en especial, hacer análisis comparada (entre grupos de edad, países, estructura de los hogares,…). Lo que en términos globales nos indicaba una reducción en Cataluña de la pobreza y la privación (también para el grupo 0-17, que pasa del 29,9% en 2014 al 29,4% en 2015) esconde diferencias internas muy relevantes que sólo emergen cuando comparamos la realidad de los diferentes grupos de edad, o la realidad de diferentes países.
Desde el Institut Infància i Adolescència seguiremos con atención la evolución de éstos y otros datos para poder formular, desde la evidencia, la necesidad de poner a la infancia y adolescencia en primer plano.
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Análisis en profundidad de los principales indicadores de pobreza y exclusión