Cinco prioridades para la infancia que debería incorporar la nueva Carta de derechos y deberes de Barcelona

18/06/2024 Laia Curcoll, Laia Pineda

(Este artículo ha sido publicado originariamente en Social.cat) En el marco del 75 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, Barcelona ha impulsado el Pacto de ciudad por los derechos humanos, con el objetivo de llegar a acuerdos entre todos los sectores de Barcelona y afrontar los grandes retos de la ciudad desde la justicia social y la garantía democrática. En el marco de este gran pacto la ciudad se ha propuesto, entre otros, actualizar la Carta de Derechos y Deberes de la Ciudad de 2010 a la situación y contexto de la ciudad (y el mundo) de 2024, prepararse para los próximos quince años.

Para este proceso de actualización se han impulsado varias jornadas de reflexión y el Instituto Infancia y Adolescencia fuimos invitadas a inaugurar la mesa de trabajo sobre igualdad, no discriminación e interseccionalidad, junto con el Instituto Municipal de Personas con Discapacidad y la ONG Creación Positiva para aportar ideas sobre cómo actualizar la Carta de derechos y deberes de la ciudad para que tenga adecuadamente en cuenta los derechos de los niños y niñas, y los principales retos de la infancia y la adolescencia en la actualidad.

Planteamos dos grandes cuestiones. Por un lado, la importancia de reflejar los marcos legales clave de los derechos de la infancia en la Carta, en concreto: la Convención de los Derechos de la Infancia, las Observaciones Generales del Comité de los Derechos del Niño (un mecanismo valioso que permite actualizar los retos emergentes de la infancia) y la LDOIA -Ley de los derechos y oportunidades en la infancia y la adolescencia de Catalunya. Por otro lado, las 5 prioridades en las que la nueva Carta debería focalizarse con el fin de avanzar en la garantía de los derechos de los niños, niñas y adolescentes en la ciudad:

  1. Garantizar un mejor conocimiento de los derechos de la infancia, tanto entre los mismos niños y niñas como entre las personas adultas, dado que el grado de conocimiento todavía es muy bajo (sólo el 39% de los niños/as entre 10 y 11 años afirman conocer cuáles son sus derechos), asegurándose de que este aprendizaje se trate adecuadamente en el marco del nuevo currículo escolar, que ya prioriza ese contenido más de que lo que lo hacía el antiguo currículum. La sociedad adultocéntrica en la que vivimos es fruto, entre otros, del gran desconocimiento que existe respecto a los derechos de la infancia. Además, el adultocentrismo perpetúa las ideas como que los niños y niñas no son ciudadanos del presente sino que son “sólo” los adultos del futuro, o la idea de que los niños y niñas será buenos ciudadanos si los protegemos bien y los educamos bien durante la infancia, una idea que les sitúa como un “objeto de protección y cuidado” y no como un “sujeto de derechos”. Pensamos que se podría hacer una versión reducida y con lenguaje childfriendly de la misma la Carta de Derechos y deberes una vez que haya sido renovada para compartirla con los niños y niñas y primar, así, su derecho a la información (artículo 17 de la CDI).
  2. Garantizar la actualización del conocimiento sobre la infancia y la adolescencia; y una planificación y evaluación de actuaciones con perspectiva de derechos. La ciudad dispone de algunas herramientas para la diagnosis de la realidad de la infancia y la adolescencia como es el Observatorio 0-17 BCN, que permite evaluar cómo avanza la ciudad en relación a los retos de la infancia y en la garantía derechos de los niños. También dispone de planes y estrategias, con paquetes de actuaciones que pueden evaluarse con perspectiva de derechos. Los dos planes más significativos son el Plan de Infancia (que se estructura en 7 derechos, 23 retos y tres ejes transversales) y el Plan de Adolescencia y Juventud (2023-2030) que está a punto de aprobarse.
  3. Mantener y ampliar los actuales mecanismos de ejercicio de ciudadanía de los niños y niñas. Uno de los derechos de la infancia que es, al mismo tiempo, un ejercicio de su ciudadanía presente es el derecho a ser escuchados ya participar en las decisiones que les afectan. En este sentido, cabe destacar que Barcelona tiene canales de escucha y participación de la infancia y la adolescencia que existen, funcionan y se actualizan periódicamente como el programa investigación y participación infantil Hablan los niños y niñas, o las diferentes experiencias de participación infantil que se han desarrollado en los últimos años en la ciudad, algunas de las cuales habría que escalar y sostener en lo sucesivo.
  4. Tener en cuenta lo que nos dicen los niños y las niñas sobre sus inquietudes, preocupaciones y aspectos de la ciudad que querrían mejorar a la hora de redactar la nueva carta de ciudadanía. Hay algunos temas que los niños y niñas nos dicen que son muy prioritarios para ellos y que no están recogidos en la carta actual (ciudad amable con la infancia, pobreza infantil, salud mental, violencia contra los niños/as…). Se trataría, pues, de aprovechar este momento de revisión de la carta para incorporar cuestiones que tienen que ver con estos contenidos que tanto les preocupan y que surgen, entre otros, del reciente proceso de participación infantil y adolescente Volem decidir!, desarrollado en ocasión de la capitalidad de la democracia europea concedida a Barcelona durante el año 2024, y de la Agenda de los niños y niñas, que recoge periódicamente las principales demandas de la infancia de Barcelona, así como sus propuestas para la mejora del bienestar de la infancia.
  5. Concebir la ciudad desde la perspectiva de infancia e incorporar su perspectiva a través de procesos de cocreación con niños y niñas. Esta concepción de la ciudad puede concretarse en 3 aspectos. Por un lado, concebir el espacio público desde la óptica de la infancia, y diseñarlo teniendo en cuenta las necesidades específicas de los niños y las niñas (espacios de juego, movilidad autónoma y segura, etc.). Por otro, hacer lo mismo con los servicios públicos, diseñarlos pensando en los niños y las niñas, que sean servicios y espacios pensados también para la infancia. Y, por último, proveer canales y referentes para que puedan hacer valer sus derechos cuando se vean vulnerados, como por ejemplo el responsable de la coeducación, la convivencia y el bienestar en los centros escolares (COCOBE), la figura del delegado/a de protección en caso de que sean víctimas de violencia o el acceso directo a los servicios sociales (sin intermediación familiar) para garantizar protección y ayudas necesarias, entre otros.

 

Estamos ante la oportunidad de dar un salto importante en materia de infancia y derechos de los niños y niñas en Barcelona. Tener en cuenta los retos de ciudad con relación a la infancia, la propia concepción de la ciudad desde la perspectiva de los niños y niñas, y escuchar lo que preocupa a la infancia y la adolescencia pueden ser palancas de mejora importantes de cara a la nueva Carta de derechos y deberes de ciudadanía de Barcelona.

Una vez finalizada la fase de debate con agentes sociales de la ciudad en la que hemos podido realizar nuestras aportaciones como Instituto Infancia y Adolescencia, el proceso quiere dar ahora la palabra a la ciudadanía general, y para ello se han abierto diferentes canales de participación en el portal Decidim.Barcelona, como sesiones presenciales con ciudadanía en diferentes barrios de la ciudad, un espacio de formulación de propuestas, o una encuesta ciudadana.

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